sábado, 19 de noviembre de 2011

Interior de la estación Saint-Lazare.


 Interior de la estación Saint-Lazare
 Autor:Claude Oscar Monet 
 Fecha:1877 
 Museo:Museo de Orsay 
 Características:75´5 x 104 cm. 
 Material:Oleo sobre lienzo 
 Estilo:Impresionismo

En 1876 Monet se interesó por un nuevo motivo: el efecto del vapor y la luz en la estación de ferrocarril de Saint-Lazare. Para ello alquiló un estudio cercano al lugar y solicitó permiso al Director del Ferrocarril para retrasar la salida de los trenes y situar su caballete bajo la marquesina de la estación. No hubo ningún inconveniente para que los trenes fueran retenidos, los andenes cerrados o las locomotoras se cargaran para expulsar el mayor humo posible. Fruto de esta ardua labor es una docena de lienzos en los que el efecto de la luz sobre el humo de las locomotoras es el gran protagonista. Como casi siempre ocurre en las obras de Monet, las diferentes luces también se convierten en estrellas, según apreciamos en esta imagen si la comparamos con el Tren de Normandía. Bajo la estructura férrea de la estación, los trenes expulsan nubes de humo que adquieren una tonalidad malva por la luz del sol. Las siluetas de los edificios del fondo se diluyen y crean un conjunto de gran modernidad. La pincelada empleada por Monet es muy rápida, de modo que la forma va perdiendo importancia ante el color y la luz, pilares del Impresionismo.
Fuente: http://www.artehistoria.jcyl.es/genios/cuadros/4095.htm

En la tercera exposición impresionista, la primera en la que el grupo se identificó a sí mismo como "pintores impresionistas", participaron sólo dieciocho artistas y resultó ser la más coherente de todas para los principales artífices del movimiento: Caillebotte, Cézanne, Degas, Monet, Morisot, Pissarro, Renoir y Sysley.

Las críticas elogiaron un cuadro de Caillebotte, y una de ellas destacaba el hecho de que "las figuras estaban firmemente asentadas y la perspectiva muy bien resuelta; en esta obra hay espacio, una gran cantidad de espacio. La profundidad ilusionista del cuadro constituía, pues uno de sus rasgos más característicos. "Un joven dandi paseándose delante de una dama elegante, exquisita bajo el velo, una escena común que todos observamos con una sonrisa discreta y benevolente" (L'Homme libre, 12 abril 1877). Era evidente que los críticos se sentían a gusto con este cuadro. Podían demostrar unas grandes dotes interpretándolo y podían, también, mostrarse conocedores y condescendientes al mismo tiempo respecto a los hábitos y supuestos placeres del flâneur, hábitos asociados con el carácter específico de la "vida moderna". El cuadro de Monet Le pont de l'Europe, Gare Saint-Lazare, de 1877, también recibió críticas positivas, pero cabe destacar una de negativa, de Leon de Lora, que decía que el cuadro de Monet "tiene mérito pero no atractivo". No era fácil entender el cuadro de Monet de acuerdo con los criterios habituales, aunque algunos lo intentaron. Así, Georges Rivière alababa el Interior de la estación Saint-Lazare con un entusiasmo profuturista: "Podemos oír los gritos de los trabajadores, los silbidos estridentes de las máquinas dando la voz de alarma, el ruido incesante del hierro arañado y el formidable resuello del humo de la locomotora".

Pero el crítico medio no tenía tanta facilidad para inventar un equivalente literario del cuadro, una especie de historia construida a partir de él. En vez de la consabida invitación a "leer" el cuadro, se encontraban con una superficie cubierta de pintura; para entender el cuadro de Monet no hacía falta estar familiarizado con la vida de la calle, sino tomar conciencia de su condición de pintura. Necesitaban una serie de cosas para las que aún no estaban preparados: por ejemplo, entender la nueva relación en que s encontraban el lenguaje y la pintura, una relación que tuviera en cuenta los límites del lenguaje como medio de representar una experiencia visual. La propia naturaleza de la pintura de Monet, entendida como una superficie, establece una especie de barrera que tiende a excluir cualquier tipo de interpretación anecdótica o literaria.

Bibliografía

Denvir, Bernard (1992), Historia del impresionismo: los pintores y sus obras. Madrid. Editorial Libsa. 424 p. 
Francastel, Pierre (1983), El Impresionismo. Barcelona. Bruguera. 224 p
Frascina, f (y otros) (1998), La modernidad y lo moderno. La pintura francesa en el siglo XIX. Madrid. Akal. 301 p.
Leymarie, Jean (1991), El impresionismo. Barcelona. Carroggio, S.A. de Ediciones. Col. Pintura color e historia. 197 p. 
Mallarmé, Stéphane ... [et al.] (1997), El impresionismo: la visión original: antología de la crítica de arte (1867-1895). Madrid. Ediciones Siruela. Col. La biblioteca azul. Serie menor, 12. 332 p
Ocampo, Estela (1988), El impresionismo. Barcelona. Montesinos Editor. Col. Biblioteca de divulgación temática. 2ª ed. 135 p
García Díez, José Antonio; Arcediano, Santiago (1993), Impresionismo, simbolismo y postimpresionismo. Bilbao. Bilbao Bizkaia Kutxa. 128 p. 
Rewald, John (1994), Historia del impresionismo. Barcelona. Editorial Seix Barral. 544 p
Fuente: http://cv.uoc.edu/~04_999_01_u07/percepcions/perc92d.html

PARA SABER MÁS ALGUNOS ENLACES:
http://www.aloj.us.es/galba2/STLAZARE/Segunda_Parte/segunda_parte.htm

EL FERROCARRIL EN LA PINTURA IMPRESIONISTA DE OSCAR-CLAUDE 
MONET
http://cvb.ehu.es/open_course_ware/euskera/giza_zientziak/garaiko_artearen_historioa_ii/irakasleak-egindako-artikuluak-eta-komunikazioak/el-ferrocarril-en-la-pintura-impresionista-de-oscar-claude-monet.pdf



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