martes, 25 de octubre de 2011

La Lechera- Vermeer

 La lechera
 Autor:Vermeer de Delft 
 Fecha:1658-60 h. 
 Museo:Rijksmuseum 
 Características:45,4 x 41 cm. 
 Material:Oleo sobre lienzo 
 Estilo:Barroco Centroeuropeo
Buena parte de las composiciones de Vermeer presentan a la mujer como vehículo para criticar los vicios de la sociedad holandesa de su tiempo, al igual que la mayoría de los pintores de género del Barroco. Sin embargo, encontramos un pequeño grupo -en el que destaca la Lechera- donde se presenta el modelo en "positivo", mostrando a la mujer como ejemplo de virtudes y como modelo a imitar. La Lechera no sólo destaca por su intimista belleza, sino que además ensalza la labor de la criada, criticada por buena parte de sus contemporáneos como Gerard Dou o Nicolaes Maes. Vermeer nos presenta a la mujer concentrada en su quehacer, con la mirada baja como símbolo de humildad, vertiendo la leche en un cuenco con dos asas. La escena se desarrolla en una sobria estancia con paredes grisáceas en la que destacan los clavos, los agujeros o las grietas de una morada humilde. Sobre la mesa, encontramos un cesto con pan y algunos panecillos fuera de él, lo que para algunos expertos se interpreta como una alusión a la eucaristía, mientras que la leche sería el símbolo de la pureza. 
La potente iluminación inunda la estancia y resalta las brillantes tonalidades, especialmente el amarillo y el azul, utilizando la característica técnica "pointillé" con la que reparte los chispeantes puntos de luz por toda la superficie del lienzo. Esta iluminación debe su origen a los maestros italianos del Renacimiento, especialmente la escuela veneciana, y de los seguidores de Rembrandt, espacialmente Carel Fabritius. 
El cuadro fue desde muy pronto apreciado por los amantes de la pintura de Vermeer, tal y como se pone de manifiesto en el elevado precio pagado por él cuando fue vendido en 1696: 175 florines (Fuente: http://www.artehistoria.jcyl.es/genios/cuadros/3060.htm)



                   Detalles de la imagen 'La lechera. Vermeer. 1658-1660'
Mujer: Vermeer representa a una criada vertiendo leche sobre un cuenco de forma humilde y honesta, con la cabeza agachada, como aceptando su destino.
Luz: En la pintura de Vermeer la luz es algo fundamental, inundando la estancia siguiendo la técnica del pointillé, que es una técnica decorativa a base de puntos que inundan la superficie. Así, la sensación es que los puntos de luz están por toda la estancia.
Bodegón: Representa en primer término un bodegón de pan y cuenco de leche, lo que algunos ven una alusión a la eucaristía y a la pureza.
Ventana: Vermeer representaba sobre todo interiores y en ellos seguía un esquema parecido, con una ventana a la izquierda desde la que entraba el haz de luz que iluminaba toda la estancia, que se veía a medias.
Color: Usa ricos colores pero aquí curiosamente usa sobre todo el amarillo y el azul, los colores holandeses.
Fuente: http://arte.observatorio.info/2008/10/la-lechera-vermeer-1658-1660




PROPÓSITO DE UN CUADRO "LA LECHERA " J.VERMEER 
En un siglo, el XVII, de exaltación de las monarquías y afianzamiento de aristocracias privilegiadas, Holanda, es una sociedad burguesa de comerciantes, hombres de mar, artesanos enriquecidos y valorados por su trabajo. El calvinismo ha introducido en esta sociedad el interés por el trabajo, por las actividades más cotidianas del hombre, porque el éxito en ellas es signo de clara elección salvadora. Por ello, la actividad cotidiana queda así transcendida en otro plano: en el de la predestinación. Escenas sin importancia para otras Escuelas de pintura: una calle, unos síndicos, una mujer leyendo una carta..., adquieren en la pintura holandesa total protagonismo. Al tiempo que recogen los encantos de la existencia cotidiana, la poesía de lo pequeño, el hombre normal.  
La producción de J. Vermeer (Delft l632 - l675) es escasa y en ella no encontraremos temas mitológicos, épicos, religiosos, sino lo que el ojo ve cotidianamente: las personas y su entorno. Parece que su objetivo sea captar un recinto silencioso y en él una, dos (nunca más) personas concentradas en una actividad. Al tiempo parecen mirar hacia dentro de si mismas, pensativas, en una comunión con el recinto en el que viven: La encajera, El pintor en su taller, La carta de amor, La callejuela....Esta pintura de Vermeer tarda en ser comprendida. Solo a mediados del siglo XIX y de la mano de  Realismo, se inicia una corriente admirativa que no ha dejado de crecer hasta hoy. 
En La Lechera, la primera impresión es de una enorme sencillez, que nos permite entrar y situarnos enseguida en una realidad poética. Poesía de los panes, cestas, objetos domésticos....Todos ellos sugieren una íntima relación con la mujer: son su obra o los utensilios que ha usado para hacerla. También el tiempo consumido en esa relación. 
Todo ello: objetos, mujer, interior, en una atmósfera de recogimiento diríamos que religioso. 
La escena parece reposar en el silencio. Oímos sólo la caída atenta de la leche. La concentración de la lechera aleja cualquier otro ruido. Esta impresión de silencio concentrado, de clama, parece apoyarse en una estructura sencilla. Líneas horizontales (disposición de los objetos en la mesa), verticales (caída de los pliegues del mantel,, la  propia mujer, su falda, líneas de la ventana) y diagonales (desde la cesta al ángulo superior derecho), se entrelazan, creando tres planos diferenciados pero sin estridencias, es el arte de la quietud. Primer plano: la disposición de esa naturaleza muerta, auténtico bodegón sobre la mesa. Segundo plano: la lechera, que se yergue magnífica entre los objetos que manipula y el fondo ( sería el tercer plano) iluminado de la pared. 
Esta definición rigurosa de los planos y volúmenes se acentúa con la estructura  cromática: amarillo limón, azul, verde, blanco. Aplicados con una pincelada plana,  punteando sólo algunas formas. El conjunto de amarillos, azules quedan además enriquecidos con el resplandor de "los grumos de luz". Con ellos crea efectos realistas y  poéticos a un tiempo en los panes, la jarra, la leche...Manuel Rivas en el cuento "La  lechera de Vermeer" (1), expresa este efecto diciendo: "...y con la jarra derramas  mariposas de luz."...Sin embargo una línea parece contornear las formas, señalar los  límites. Los objetos no se pierden en el color. La nitidez queda de manifiesto en cada  parcela de color. Es esta nitidez en la luz, la que trasmite, ya en este momento de la  observación de "La lechera", una sensación de plenitud. 
Y la luz. Penetra horizontal por la ventana, ahora cerrada con un cristal. Es ella la que  ordena el espacio en volúmenes más o menos acentuados. Aunque M. Rivas puede efectivamente decir:  ...."Johannes Vermeer encalará con leche  esas paredes, el latón, el cesto, el pan, tus brazos,  aunque en la ficción del cuadro  la fuente luminosa es la ventana"...(i) 
Diríamos que la luz introduce en la quietud una sinfonía de graves (oscuros ), a agudos  en lo más iluminado. Porque los colores tienden a enfriarse en las partes más vivamente  iluminadas (amarillo en la blusa, verde azulado en la mesa..), y a hacerse cálidos en las  partes sombrías ( castaño en los pliegues inferiores de la falda...).No envuelve las zonas 
luminosas con sombras (tenebrismo), sino las zonas sombrías con áreas luminosas. Por  ello, llega a disolver los colores en luz..."que no llegan a su abolición en el negro, sino  en el blanco, como un sonido llegado al más alto grado entre los agudos ...( 2 ) 
Nuestra vista, al final, llega a ésa pared iluminada, como máxima representación de la  quietud, pero también de esa realidad cotidiana perfecta. Hecha de la comunión del  hombre con las cosas que hace en el tiempo, en su vida. Por ello M. Rivas puede decir  poéticamente de la luz de Vermeer que es ..."claridad inefable sacudida de las manos de  Dios..."; al tiempo que también la define como ..."leche por ti ordeñada en el establo  oscuro a la hora de los murciélagos".(1)  
(1) M. Rivas. ¿Qué me quieres amor?. 
(2) Huyghe. La poética de Vermeer.  
Eloísa Fernández de Diego. Profesora de Geografía e Historia.  
(Fuente http://www.educa.madrid.org/web/ies.cervantes.madrid/periodico_archivos/periodico4.pdf)

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