domingo, 2 de octubre de 2011

Piero della Francesca: La flagelación




C. 1453. 58.4 x 81.5 cm.
Oleo y temple sobre tabla.
Galleria Nazionale delle Marche, Urbino.

Piero es el heredero del modo grave, monumental y objetivo de Masaccio y el hombre llamado a aunar en una síntesis genial las búsquedas espaciales de Uccello con las investigaciones de Andrea sobre la forma y el luminismo cromático del Veneziano. Encontramos ese aire ceremonial y sosegado en La flagelación.
En esta obra, la escena sacra, relegada a un segundo término, tienen lugar en un aireado pórtico de arquitectura clásica, mientras a la derecha, en primer plano y ajenos al acontecimiento, tres personajes conversan en una plaza adyacente. Piero solapa la celebración laica con el motivo religioso en este cuadro que parece haber sido realizado en memoria de Oddantonio de Montefeltro, asesinado en la conjura de los Serafini en 1444.

Estableciendo un franco paralelismo entre su sacrificio y el de Cristo, Piero le sitúa en primer plano con el rostro lleno de presentimientos, acompañado por sus dos traidores consejeros, Manfredo dei Pio y Tommaso dell'Angnello, ambos participantes en la conjura. No ha de extrañar que en este quizá su primer trabajo para la refinada corte ducal de Urbino el pintor hiciese alarde de su dominio del vocabulario arquitectónico clásico y de su virtuosismo en el uso de la perspectiva. Podemos construir un diagrama con las principales líneas de perspectiva: las vigas del techo, el mosaico del suelo, las diagonales del tejado de la derecha... y veremos que todas coinciden en un punto que muestra la posición del bajo nivel óptico que contribuye a disociar dramáticamente las figuras situadas en primer plano (mediante el brusco cambio de escala) de la escena en segundo término, tan ostentosamente ignorada por los primeros. La línea de las columnas está dibujada en tan acusada perspectiva que se convierte casi en una pared continua, subrayando la separación entre dos visiones del mundo: moda, frivolidad e indiferencia fría y personal por un lado; pasión, dolor y compromiso personal con el sufrimiento humano por otro.

Bibliografía


Bairati, Eleonora (1994), Piero della Francesca. Madrid. Anaya, Grandes Obras. Col. Grandes maestros del arte. 100 p.
Clark, Kenneth (1995), Piero della Franc
esca. Madrid. Alianza Editorial. Col. Alianza forma, 134. 264 p.
De Vecchi, Pierluigi; Del Bueno, Oreste (1969), La obra pictórica completa de Piero della Francesca. Barcelona. Noguer y Caralt Editores. 112 p
Piero della Francesca (1988). Barcelona. Editorial Planeta. Col. Clásicos del arte. 112 p
Villa, Roberta (1996), Piero della Francesca. Madrid. Sociedad Editorial Electa España. 64 p

http://cv.uoc.edu/~04_999_01_u07/percepcions/perc49c.html


Alrededor de la Flagelación existen diferentes controversias que afectan a numerosos elementos, desde la fecha hasta la temática que Piero della Francesca intenta transmitir en su obra. Lo primero que observa el espectador es que el tema principal de la tabla ha sido alejado para situar la flagelación de Cristo bajo una estancia típicamente renacentista, reforzado el gusto clásico por una estatua sobre un pedestal. En primer plano se colocan tres figuras que parecen conversar ante nuevas arquitecturas que han sido identificadas por algunos especialistas como imagen del palacio de los duques de Urbino. El interés por la perspectiva del maestro resulta evidente tanto en la utilización de arquitecturas como en el empleo de baldosas de diversos colores y un árbol al fondo para crear el punto de fuga. Estamos ante la obra de Piero con un mayor concepto arquitectónico, si exceptuamos la Vista de la ciudad ideal. Sin embargo, a pesar de la belleza general de las edificaciones, el espectador encuentra fría la composición debido a la actitud de los personajes, ausentes de la trama, como si se hubiese podido detener el tiempo. Es más, los personajes parecen desproporcionados frente a la arquitectura, tomando un aspecto primitivo que recuerda a Fra Angelico. Su aspecto volumétrico y monumental está resaltado por la luz, mostrando diferentes posturas como ejemplo de su virtuosismo pero su frialdad domina por encima de todo. Respecto al significado que desea Piero transmitir con esta obra hay diversas interpretaciones: se considera que los tres personajes de primer plano serían Oddantonio, conde de Urbino, su hermano Federico y el hijo de éste, Guidobaldo, pero esta lectura retrasaría mucho la ejecución de la obra, planteándose que se trataran de miembros de la corte de Urbino, para la que no cabe duda que fue realizada la tabla por Piero. T. Gouma-Peterson piensa que la figura de Herodes sentada contemplando la flagelación sería un retrato de Juan VIII Paleólogo, que observa sin hacer nada la tortura a la que se está sometiendo a Cristo, aludiendo al sufrimiento de la Iglesia a manos de los turcos. La figura de la izquierda en primer plano se ve como un griego que exhorta al príncipe cristiano para combatir contra el turco, bajo la atenta mirada de un joven que simboliza la virtud y se muestra dispuesto a la lucha. También se ha pensado que el conjunto pudiera responder a la moralidad propuesta por Battista Sforza, admiradora de moralistas antiguos cuya filosofía se inspiraba casi en el estoicismo al basarse en la serenidad, el dominio sobre las pasiones, etc. Dejando de lado la desconocida temática, Piero della Francesca ofrece una soberbia visión de su arte, interesado por la simetría, la perspectiva y el orden, dejando la expresividad para otros maestros de generaciones posteriores.
http://www.artehistoria.jcyl.es/ge
nios/cuadros/4704.htm


La pintura de Piero della Francesca se destaca por un magistral uso de la luz, modelando vigorosamente las figuras y los ambientes en que se encuentran. Es frecuente la ambientación de sus temas en escenarios arquitectónicos renacentistas donde demuestra su gran interés por la simetría, la perspectiva y el orden, elementos centrales del nuevo arte, que fueran explicados y sistematizados por el principal teórico de la primera mitad del siglo XV, Leon Battista Alberti en sus tratados. Otra característica es cierta falta de expresividad en los temas tratados. En la "Flagelación de Cristo", que vemos sobre este párrafo, a pesar de la belleza general de las edificaciones, el espectador actual (para el observador de la época no necesariamente debía ser así) encuentra fría la composición debido a la actitud de los personajes, que parecen ausentes de la trama, como si se hubiese podido detener el tiempo. Además, los personajes resultan desproporcionados frente a la arquitectura. Su aspecto volumétrico y monumental está resaltado por la luz, mostrando diferentes posturas como ejemplo de su virtuosismo pero la frialdad domina por encima de todo.
http://www.arqfdr.rialverde.com/6-Renacimiento/piero.htm

. La flagelación simboliza el sufrimiento de los cristianos causado por los turcos que en 1453 conquistaron Constantinopla y acabaron con el Imperio Bizantino. El orador de la derecha podrá ser un descendiente del Imperio Romano de Oriente que aboga por una intervención militar de occidente.
http://admirarelarte.blogspot.com/2011/07/la-flagelacion-de-cristo-piero-della.html

1 comentario:

  1. Piero della Francesca(1416-1492) y a
    Rafael(1483-1520), dos de los maestros del Renacimiento. El primero es la
    expresión estética de Alberti llevada a su máxima radicalidad; en La
    Flagelación(fig.26) superpone los esquemas de la arquitectura y de la perspectiva
    que vienen determinados por la proyección de los lados menores, resulta chocante
    su iconografía de tres personajes secundarios situados en primer plano, mientras
    que a Cristo, más alejado, lo distinguimos difícilmente. La tela está cortada según
    el doble diapente 4/6/9 este corte insistirá sobre el personaje principal, los 4/9
    desde la derecha caen sobre la columna, exactamente sobre el límite de la capa, y
    los 6/9 sobre el Cristo, las figuras están distribuidas según la relación musical
    4/6/9 partiendo de la derecha: 4 marca el limite de los tres personajes en pie, 6
    está sobre el Cristo. Estos cortes superponen al rigor de la geometría una sutil
    armonía.

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